A continuación conocerás en detalle los pasos del proceso creativo que practicamos en Paréntesis para desarrollar los conceptos y resolver cualquier problema comunicacional.
1. Definición
En esta primera fase nos dedicamos a comprender y definir apropiadamente el problema a resolver. De este modo, teniéndolo claro desde el principio, podemos seguir con el resto del proceso siguiendo todos un mismo norte. En este paso, escuchar al cliente es importantísimo, si hay varias áreas involucradas, hacer reuniones de equipo, es más importante aún.
2. Motivación
Toda acción realizada está asociada a una motivación. En Paréntesis nos caracterizamos por utilizar mucho la conciencia en nuestros procesos de trabajo. Es por esto que esta segunda fase nos encanta, porque es donde nos preguntamos cuáles son nuestras motivaciones reales para poder abordar el encargo de nuestros clientes. Existen dos tipos de motivaciones: la extrínseca y la intrínseca. La primera tiene que ver con el reconocimiento externo que podamos recibir por resolver de la mejor manera la tarea, solicitud, problema, campaña, etc. Y la intrínseca, tiene que ver con qué cosa de nuestra vida se está conectando con esta tarea, que nos resuena de una especial manera y va a generar un impulso creativo superior para poder ejecutarlo de la mejor manera posible.
3. Preparación
Los Parentesinianos somos sumamente curiosos, queremos saberlo todo, muchas cosas las hemos aprendido investigándolas. Aparte de estar en formación constante. Una de nuestras partes favoritas es cuando un cliente nos trae un tema particular de su empresa, que probablemente no es de nuestra competencia profesional, entonces llega el momento de la INVESTIGACIÓN, muchos se sorprenden cuando les pedimos la mayor cantidad de información. Así sean presentaciones gigantes, libros, toda la parte gráfica, exposiciones, etc. O a veces implica ir a observar por una tarde el funcionamiento de un área, o buscar información en internet. En esta parte llenamos de información a nuestro cerebro, lo repletamos de información. Ha habido situaciones que la información era tanta que hemos terminado empapelando toda la oficina de esta, hasta el techo. Proceso que nos resultó sumamente divertido.
4. Incubación
Esta es una parte que a todos les costó al principio aceptar, incluso a nosotros mismos, pero como nuestra jefa nos decía: CONFÍEN. En esta fase nos alejamos del análisis directo del problema, y es aquí que muchas veces encontramos las mejores soluciones. El proceso de incubación, como su nombre lo dice, es un momento en que nuestro cerebro necesita simplemente relajarse y aislarse del problema, para que de pronto las ideas hagan sinapsis, evadiendo bloqueos mentales. ¿Qué hacemos? No pensar en todo lo que hemos venido pensando, le damos paso a otros temas, nos relajamos, nos vamos al cine, a comer, cantamos, hacemos las cosas que nos gustan hacer, nos damos un respiro, para que venga la tan soñada…
5. Iluminación
Iluminación o ¡¡¡Eureka!!! Así es, llega de pronto como un halo de luz, de pronto sentimos que todo en nuestro cerebro se ordenó y nació una solución al problema, imagínense 6 ideas, imagínense a todo un equipo creando ahora la mejor solución, una campaña y dándole paso a toda su capacidad profesional lista para sorprender al cliente, entregándole lo mejor de nosotros.
6. Verificación
Este proceso no es nada si es que no cumple con los criterios necesarios para estar a la altura de la necesidad. Por eso, luego nos preguntamos junto al cliente: ¿fue efectivo? ¿generó un cambio? ¿pudo transformar? Esto es acompañado muchas veces de encuestas a los participantes de la campaña, problema, o el encargo que nos hayan dado.
El proceso creativo es uno, cuando lo conoces, empiezas a relajarte, crear no debería estresar, solo sabiendo que existe un método, lo puedes respetar, y respetándolo, respetas tus tiempos y empiezas a disfrutarlo. ¡A crear se ha dicho!